CAJAS FUERTES: PASOS PARA UNA INSTALACIÓN SEGURA

El lugar de nuestra vivienda o local en el que colocaremos la caja fuerte es uno de los puntos a analizar antes de adquirirla. Lo más común es empotrarla ya sea en un muro o en un pilar. En el primer caso, las paredes maestras son las más fuertes y profundas, lo que la convierte en la elección preferida para albergar una caja fuerte. La segunda opción, empotrar la caja fuerte en un pilar, se puede fijar en su recubrimiento o en el caso de ser de hierro, soldarla caja a ella con unas pletinas de hierro para impedir su sustracción.

Debemos tener en cuenta qué paredes son macizas y donde se encuentran los pilares. Para empotrar la caja fuerte debes tener en cuenta una serie puntos y aspectos. En primer lugar, tomar las medidas de la caja. En este caso, además de tomar las medidas del frontal de la caja le añadiremos 10 cm a cada lateral, 10 cm en la base y 15 en la parte superior. El siguiente paso será comprobar el lugar que hemos elegido y si la profundidad de la pared es la adecuada para las medidas de la caja. Para ello, taladraremos la pared con una broca de widia que tenga una longitud mayor a las medidas de la profundidad de la caja.

Una vez hecho, para abrir el agujero lo haremos con una maza y cincel. Poco a poco iremos siguiendo las marcas de lápiz abriendo la pared del agujero. Al mismo tiempo, para ir rompiendo y debilitando la pared, podemos ir haciendo agujeros con el taladro. Una vez hecho el agujero en la pared iremos cortando y adaptando los ladrillos de alrededor dando golpes secos sobre la línea que hemos marcado con la paleta de canto. Cuando ya estén cortados los fijaremos con yeso empezando por el suelo y continuando con la pared.

Cuando el yeso se seque colocaremos un plástico o aislante de aluminio en el interior del agujero de manera que sobresalga un poco por el frontal. De esta forma estaremos protegiendo la caja de los productos que utilizaremos para su fijación. A continuación, nivelaremos la caja insertándola en el agujero con unas cuñas que ajustaremos poco a poco hasta que quede completamente plana. También colocaremos un nivel de burbujas en la parte superior.

El último paso será fijar la caja. Para ello, mezclaremos el hormigón en una cubeta con las siguientes proporciones: una de cemento, tres de arena de río y seis de grava a la vez que, poco a poco, vamos incorporando agua. Cuando ya esté mezclado lo echaremos en los huecos de alrededor de la caja. Primero en la parte superior y luego en los laterales.

Si quieres más seguridad, como refuerzo, se pueden poner unas varillas de acero de unos 10 ó 12 mm de diámetro antes de aplicar el hormigón.

Cuando el peso esté completamente seco y endurecido, a las 48 horas aproximadamente, mezclamos yeso negro y lo aplicamos por todo el perímetro de la caja. Una vez terminado haremos  lo mismo con el yeso blanco. Por último, cuando ya esté seco el yeso blanco, podremos pintar las paredes del color que queramos o tapar la caja con algún mueble.

Compartir:

Share on facebook
Facebook
Share on twitter
Twitter
Share on whatsapp
WhatsApp
Share on email
Email